acuarela/digital
El pájaro azul se sentó en el hombro y dijo -mirá el horizonte,
ahora que estás ciega míralo con el destello de tu pupila inerte.
Y yo miré para ver nada, enamorada de ese vacío.
El pájaro azul batía sus alas, luchaba con el aire y sus plumas.
-Mirá el viento, decía el pájaro tartamudo,
las hojas le enseñan a volar, él, por sí solo, no existe.
Y yo miré para ver nada: arabescos blancos que se pintaban en el cielo.
El pájaro azul, pájaro tartamudo, tragaba su propio veneno
y le decía mentiras a la ciega.
Sueño
Para ver nada miré
en Casa ajena de Natalia Litvinova