"La luz se hace vino. La noche se triza. La voz, la voz alada, el ala de la voz. La luz que gime en la oscuridad. El viento que gime. La desconocida, la desolada seguridad de un viento venido de esta voz que me llama en mí, me inspira, me expira, me insufla, insuficientemente. Todo es un morir aquí, a pocos pasos de una luna de silencio, de simiente. El verso mágico, el sudor de dos cuerpos aullando. El ver y el no verse. El verso mágico, el esperado, el que ataca cuando es de noche, el que no se escribe para no ofrendarlo, para enumerar y emparedar las miradas que lo esperan."
fragmento en Diarios
de Alejandra Pizarnik
Argentina 1936 - 1972
No hay comentarios:
Publicar un comentario