Y me voy hundiendo cada vez más en la primavera de la tierra
que germina en mi boca en mis manos mi garganta
mientras el crepúsculo acelera sus pasos en el valle
y las sombras arrojan lejos de sí las brasas de la impaciencia
como si oyesen los sordos gritos de la tierra que salen de mi boca
y quisiesen encender las alas que arrastran los abetos
para huir de tormentos demasiados secretos:
el impulso de la sangrienta espuela de ir a ninguna parte
pero junto a las brillantes raíces de las fuentes donde el ojo del gigante
se deslizó de mi abrazo y ascendió hasta la camilla de las estrellas
encontré un claustro de fuerza con corrientes debilitadas
la mano de un silencio que amasaba arcilla
y yo descansé seguro bajo el peso de las piedras
bajo la protección del peso en la sangrienta primavera del crepúsculo
que germina en mi boca en mis manos mi garganta
mientras el crepúsculo acelera sus pasos en el valle
y las sombras arrojan lejos de sí las brasas de la impaciencia
como si oyesen los sordos gritos de la tierra que salen de mi boca
y quisiesen encender las alas que arrastran los abetos
para huir de tormentos demasiados secretos:
el impulso de la sangrienta espuela de ir a ninguna parte
pero junto a las brillantes raíces de las fuentes donde el ojo del gigante
se deslizó de mi abrazo y ascendió hasta la camilla de las estrellas
encontré un claustro de fuerza con corrientes debilitadas
la mano de un silencio que amasaba arcilla
y yo descansé seguro bajo el peso de las piedras
bajo la protección del peso en la sangrienta primavera del crepúsculo
fragmentos de "Manen utan väg"
El hombre sin camino - 1942
de Johan Erik Lindegren
SUECIA 1910-1968
Pasé, leí, comente y me fuí.-
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