...Los hongos rezuman a través de la tierra por la noche, como burbujas, como pequeños y radiantes globos rojos que se llenan de agua; un sonido bajo el sonido, pulgares de guantes de goma vueltos del revés con cuidado. Por las mañanas, el mantillo está estrellado de pezones, con blancas agallas resecas, ásperos sesos morados, soles pequeños como puños apagados como las ascuas, lunas venenosas, de un amarillo pálido. ¿ De donde vienen? Por cada tormenta que viaja por el cielo, hay otra que se mueve paralela por la tierra. Se encuentran donde rompen los relámpagos. A nuestros pies unas nubes de raicillas, pelo que se ha caído o una madeja de hilos sueltos ... Estas son sus flores, esos dedos que llegan al cielo a través de las tinieblas, este parpadeo de ojos que explota y empolva el aire con esporas.
Hongos
Margaret Atwood
Canadá 1939
Interesante mujer Margaret.
ResponderEliminarInteligente mujer y defensora de la naturaleza, entre otras cosas...Te cito algo, que dijo ella después de recibir uno de sus premios: «La escritura de obras de ficción es un arte del tiempo: a través de ella los acontecimientos se suceden, se ponen en marcha cambios; en otras palabras, la ficción cuenta historias. Y, a través de esas historias, nos conocemos a nosotros mismos y a los demás. Un país sin historias sería un país sin espejo: no proyectaría ningún reflejo, y ello llevaría, en el mejor de los casos, a una existencia fantasmal, sombría. "¿Quién soy?", se preguntarían los ciudadanos. Y no habría respuesta. Un país así tampoco tendría corazón, pues la escritura es un arte de emociones. En una era de especialización, sólo el arte puede mostrarnos la totalidad del ser humano en sus muchas variantes».
ResponderEliminarAdemás de su poesía, te recomiendo su novela Resurgir, editada por Alianza.
Saludos, Anthoyne!