Cuando ves y no hay, no hay.
Por tener, darías, lo darías todo.
Tanto perseguir, al fin la calma,
vas quedándote cómodo y sólo.
Y es siempre lo mismo
de esa superlimo de pereza;
es siempre lo mismo
si ves el tren que se va
y es lo que no ha sido, lo que lleva.
Antes de matar al duende juguetón, al niño;
antes de cerrar los ojos otra vez y embestir la pared;
antes de negar que la sangre corrió por ríos;
antes de claudicar, debes saber...
Que es siempre lo mismo
el que se hunde sin bracear,
es el mismo abismo el que lo lleva;
es siempre lo mismo
es la caída sin final
y es tuya la brasa que te quema.
Deja ser...
los fantasmas del ayer ya no te quieren.
Deja correr
Deja correr
el agua entre tus pies
entre tus pies.
Foto: capturados en vuelo por Ana
Pura Vida - Agosto 2008
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